jueves, 10 de diciembre de 2009

Monólogo 1: Las máquinas de tiempo ya no son como antes.


No pretendan que haga una típica y sobre actuada presentación de mi persona esta noche. Me pueden llamar “nada” si les complace. Confórmense con saber que lamentablemente y muy a lo lejos de sentirme a gusto, soy otro individuo más de este sistema tan errado.

Hoy vengo a expresar lo que ni con un vino bien degustado a media noche, se puede. Hoy planeo darle importancia al ADN de la literatura, del lenguaje y de todo eso que llamamos comunicación… ”las palabras” y con ellas, las ideas que van quedando rezagadas en un mundo que dejó de pensar por si solo.

Así que discúlpenme de ante mano si después de esto mi identidad pasa de ser insignificante a inexistente.

Nunca me he sentido de esta época o debo reconocer que tampoco me he esforzado por pertenecer a esta generación. Yo envidio completamente al pasado y ese, tal vez, es mi problema. Y es que me fascina la moda y el glamour de los 50’s, las nuevas tendencias políticas, musicales y juveniles de los 60’s y 70’s (Cuando la mente humana no era subestimada, y los adolescentes eran verdaderos temerarios) me drogo con el rock de la vieja escuela, también si pudiera incluirme en la “generación X” lo haría y tengo un fetiche con la segunda guerra mundial que ni el mejor psiquiatra venezolano podría curármelo, de hecho, sigo sosteniendo mi teoría en la que, en mi vida pasada, yo fui judía y morí en un campo de concentración. Soy una completa ignorante del presente, y me gusta. Y es que a decir verdad, aun no he vivido algo drásticamente en pro de la humanidad que me haga decir, tal cual un anciano de 80 años diría: “estos fueron los mejores años de mi vida”.
¿Si una máquina del tiempo existiera...valdría la pena viajar a este siglo?, sabiendo por supuesto la teoría del caos, el efecto mariposa y etc… que nos prohíben cambiar cualquier hecho o acontecimiento del pasado. Sinceramente yo no gastaría los millones que seguramente tendría que pagar para viajar a una época que probablemente pertenece a la dimensión desconocida.

El hoy es igual al ayer de los últimos años. Si metiéramos a los 365 días del año en un problema proporcional como el de Mendel tendríamos como resultado la mayoría de días homocigotos. Se ha perdido toda capacidad de espontaneidad y cada segundo vital se pierde en una rutina que nos consume cada vez más a todos. ¿Sera eso lo que tiene al planeta tan destruido?, yo me estoy enfermando de la convivencia con esta sociedad e indiscutiblemente comienzo a pensar que el estado mental del hombre naturalmente no es cordura sino demencia. Y si es así, odiaría a la vida una vez más por hacer a la irrealidad algo comercial.

Y lloro, es hermoso cuando el narcisismo no es el causante, sino un sentimiento completamente ajeno a mi, algo que no me pertenece, algo que es tuyo.

Siempre he querido vivir mi vida al estilo de un musical a blanco y negro y sin embargo, me siento dentro de una tragic comedy de bajo presupuesto (muda por supuesto) donde ni siquiera soy la protagonista, sino una vez más, mi generación. Un escenario deteriorado por los mismos actores. Una juventud deslumbrada por espejos tecnológicos, incapaces de observar, de escuchar y de sentir por si solos. Biomas incorpóreos. Guerras, odio, corrupción y mentiras son la perfecta cumbre de esta historia donde el bueno siempre acaba mal, y tal cual novela mexicana, con un final que no parece llegar.

Aún me siento ilusa, por tener como meta principal encontrar la cura al cáncer y revivir a los Beatles, pero es mejor que la meta inconsciente de destruir al planeta que tienen la mayoría de los hombres y mujeres que nacen, crecen, se reproducen y mueren en este planeta. El tiempo sigue transcurriendo y que nos queda, ¿la relatividad?, ni siquiera de eso podemos estar seguro.

Creo que por ahora me retiraré de esta batalla, que no parece ser de nadie. Seguiré perdiendo mi tiempo en el pasado, mientras ustedes pierden el presente, la verdad poco me importa, con la conciencia y un libro en mano puedo vivir feliz. Recuerdos bonitos tengo, como no, fotografía que marcan y comprueban mi vida aunque mi identidad sea irrelevante para el mundo. Y aún así seguiré soñando con el futuro, seguiré fabricando un tiempo que se recupere.

No pretendan que haga una típica y sobre actuada despedida.


Escrito por:
Rosaura Rojas Diaz
09/12/09

3 comentarios:

  1. Estoy muy de acuerdo contigo, odio esta sociedad consumista y vacia... Es triste ahora quien tiene más chance de salir ganando siempre es el que tiene los mejores abdominales, las mejores tetas (perdonen pero es así), etc. En realidad no tenemos nada que envidiar ahí :)

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  2. No sDisfrute mucho con tu presentacion, no dire que peinso igual a ti y otro...da igual..(se obvia ...Beatles ...obvio

    Saludos mientras digiero lo leido XD

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