viernes, 19 de febrero de 2010

Cuando la inspiración le da por escribirle a un amigo


Sin lugar a dudas cuando conoces a la vida por primera vez te parece caprichosa. Esos días inexplicables, acontecimientos que se dibujan en un plano entre lo real y lo que “podría ser”, esos sellos de existencia y esa capacidad exclusiva de crear capítulos que sólo pueden entenderse de atrás para adelante en historias que ni el mismo Dios conoce. Pasa todo el tiempo, que es más que un cómplice para la vida.

Aún recuerdo ese día, mi menoría es el único arte que mi cuerpo conserva y espero que continúe así cuando necesite revivir el pasado a través de sueños. Era otro sábado rutinario para juntar mi mamo con la de él, nada cambiaba, ni el sitio ni la circunstancia. Al menos eso era lo que yo pensaba.

-Esperamos a alguien-, eso era lo único que me hizo saber, una persona que yo debía conocer o que quería conocerme. Estaba nerviosa, esa sensación de querer ser agradable a las personas importantes de quienes quieres me atrapó y la vez me sentía molesta, otro sábado más que compartir. Para esos días la vida se me presentaba como un tren que en cualquier momento podía detenerse culminando con mi viaje.

Ese día conocí a la protagonista por excelencia no sólo de este escrito sino de una época maravillosa de mi vida. Al parecer tenia problemas con su celular, le había comprado ese Nokia blanco que tuvo hasta hace un buen tiempo y como no teníamos su nuevo número y el viejo no tenía batería no habíamos podido contactarla. Fue una casualidad. A diferencia de los otros amigos de él, ella era diferente, inspiraba una confianza que pocas personas son capaces de lograr una primera vez. Hablando, descubrimos que éramos más parecidas de lo que pensábamos, comenzando con la música de cierta banda mexicana que narcotizaba ese lugar, que aquella y extraña vez, estaba vacio. Ella y él se decían hermanos así que fue cuestión de tiempo para que nos comenzáramos a llamar “cuñadas”, seudónimo que aún nos acompaña. Así fue que comenzó todo, una de las pocas cosas buenas que me llevé de esa experiencia.
Acontecimientos que se pierden entre tantos recuerdos y que la vida reaparece para comprobarnos que no se trata de un siniestro capricho, sino de un libro muy bien redactado.

En los últimos dos años, he visto la misma película pasar una y otra vez. He tenido que ver a mis amigos partir para jamás volver. Y me toca sonreír, sabiendo que un nuevo futuro se materializa ante ellos y no incluye a este pueblo donde quedó anclada mi barca. Con Oriana, así es el nombre de mi amiga, la película llegó temporalmente a su fin.

No voy a decir que mi blog no se da abasto para describir a Oriana o narrarles toda las aventuras que hemos vivido, que de hecho es así, más no necesito hacerlo pues les aseguro que es una complicidad mutua que no necesita saberla el mundo entero, sino mantenerse en el presente aunque el pasado se aferre a olvidarlas. Sé bien que dentro de esas historias, existieron momentos malos que son necesarios para que toda amistad se haga más fuerte. Y lo siento, si tal vez en algún momento dije palabras fuertes que no necesitaban ser escuchadas, más no me retracto porque sé que a pesar de todo con el tiempo las supiste apreciar y te hacen la persona fuerte que eres ahorita. Hace tiempo que me di cuenta que deje de ver y guiar a mi pequeña amiga, te adelantaste muchos pasos y cuando te encontré ya eras una mujer ahora enseñándome cosas a mi. Yo he aprendido de ti querida amiga. Eres más parecida a mi de lo que crees, y sé que el sufrir es vivir también pero no quiero que comentas los mismos errores que yo una y otra vez, quiero que te des cuenta de lo inmenso que es el mundo y de las posibilidades y casualidades que encierra, y que aún sigo unos pasos adelantados a ti, muchos de ellos con amargas huellas.

Quiero que sigas adelante que cumplas todas tus metas y que no defraudes ni a tus padres, ni a los que creemos en ti y sobre todas las cosas ni a ti misma. Que se escriban historias de nosotras, que lleguemos a la sima, como siempre hemos querido y podamos disfrutarla juntas.

Hay cosas que me duelen y otras que me han decepcionado últimamente. Es que pareciera que me salté un capitulo y me cambiaron de personaje. No quisiera que cambiaras a la razón por la locura y te vistieras para una gala en el que el arrepentimiento es el anfitrión.

Gracias por todos esos momentos, gracias por escucharme en mis tiempos de silencio, gracias por apoyarme cuando nadie me daba una mano, gracias que celebraste conmigo después de fracasos, gracias por compartir capítulos de everwood conmigo, gracias por intentar unirme con lo que yo consideraba mi destino, gracias porque superamos cierto grupo de personas, juntas. Gracias por que te conocí y por que eres mi amiga Oriana Covoult.

Hay tantas cosas que decir, y siento que las olvido pero cuando sea el momento de recordarlas las diré.

Tengo fe de que aunque este pueblo no se dibuje en tu futuro nuestra amistad siga presente.

Si no me despedí esa vez, fue porque no lo creí necesario. Si el adiós de ese día no era lo que esperabas, esta es mi manera de decir “hasta la próxima vez”.

Love u my dear friend.

domingo, 14 de febrero de 2010

Monólogo 2. El amor grita "¡San valentín se vence!"


Déjenme presentarme. Esta noche soy nada más y nada menos que el Kamikaze de una utopía egoísta que sabe a un elixir con sabor a frenesí de ironías. Mi nombre, por más común que ahora les suene es Amor, y por favor, no esperen de mí algún tipo de magia este día, soy mucho más que el protagonista de historias con finales felices y más que la invención de un Dios para acercarse a ustedes, los hombres. A veces suelo ser un sentimiento pero ultimamente no soy nada, me he vuelto más común que un resfriado en invierno y todos olvidan que puedo ser un propósito y hasta el mismo destino.

En días como éste las personas esperan que hable con metáforas sentimentalistas, pero nada de eso es lo que soy yo. Déjenselo al insomnio de los poetas tras unas cuantas copas de dolor.

¿De verdad, los hombres necesitan un día para recordar que me olvidan en los otros 364 días del año? , es absurda esa manera robótica de sentir del hombre, pareciera que jugaran al escondite, donde se esconden para no ser encontrados. Permítanme decirles algo del San Valentín, en ese día yo estoy de vacaciones…Hay tantas cosas haciendo el trabajo por mi, que nadie nota mi ausencia. Y no me malinterpreten me apasiona lo que soy, soy un humanista y creo que eso es lo vital de mi vocación.

Algunos dicen que me venzo al pasar el tiempo, pero es sólo culpa del olvido que me ha declarado la guerra. No soy para nada inmortal, de hecho, yo nazco y muero con cada hombre, pero es difícil mantenerme de pie cuando dos personas se tambalean. Es fácil echarme la culpa y cambiarme el nombre con la preposición “Des” pero son ustedes lo que salen reprobados en mi asignatura sin ningún propósito de evaluación. Lo único que caduca en la vida, es este día que a las doce deja de ser un carruaje de besos apasionados y vuelve a ser una calabaza de 24 horas.

Y dejen de buscarme o preguntarse que soy en realidad. Tengo tantas caras…A veces soy algo que te hace sentir vivo y al mismo tiempo muerto. Soy el código impredecible que usa el corazón cuando la sangre no es suficiente. Una melodía clásica, soy lágrimas fugitivas que nunca regresan, soy felicidad evaporada y a la vez pasión y odio, soy libertad, volar y jamás caer, soy encontrar, soy perderse. Puedo ser el otoño, la primavera, el verano y el invierno. Siempre con la relatividad de la mano. Soy la vida después de que morimos, soy un tiempo sin minutos ni segundos, un primer y último beso, un principio y un final.

Lo soy todo y lo tengo todo cuando los tengo a ustedes, pero no soy feliz. Yo hago que las personas se enamoren, pero, ¿Quién me ama a mí? Estoy sólo en este cuento de hadas y a nadie parece importarle, pero olvídenlo, yo sólo soy un romántico que se enamoró de la soledad.

Y sin más que decir me despido de ustedes, mis eternos acompañantes, esperando que así como hoy, me escuchen cuando ni con lágrimas me puedo expresar. Por favor no me busquen para perderme ni me olviden para luego extrañarme. Y deseo que entre nosotros haya un mañana y no sólo un hoy para recordar.

Atte: el amor.

Escrito por Rosaura Rojas Diaz

14/02/2010.

"Utopías realizadas"

CRóNICAS DE MENTES BIZARRAS PARTE IV


Hace mucho que dejé de ser un cuerpo, era eso, o matarme. Ser cobarde nunca fue opción, sino mi primera salida.

Soy el títere de una función nocturna a la que solo asiste un bastardo. Se abre el telón cuando ellos quieren y yo pretendo que soy una mujer de verdad. Trato de no ver sus rostros mientras disfrutan de todo mi talento, mientras se roban la pureza que un día tuve, mientras acaban sus demonios en mi fugaz y manipulada función. Siempre me siento igual que a los 5 años después de mi primera actuación, y como típica novata jamás vi un centavo de esa vez, el precio fue otro, uno mucho más alto.

No existe un cielo que admire el arte de cuerpo a cuerpo, por eso sé que tu dios nunca quiso conocerme, y ya he gastado todas mis oportunidades de infierno aquí en la tierra.

Me fumo un cigarrillo mientras pienso en lo cerca que esta la muerte. Él se viste sin hacer nada, con la predecible mirada de asco que tanto acostumbran. Y me río de tanta ironía, sabiendo que a partir de hoy alguien más sentirá asco por él. 50 dólares tirados en el piso “menos que la habitación en el motel”, dice. Curioso, dinero por vida, vida por muerte.

No vayas a creer que dispararé un revolver después de tanto placer. A pesar de todo, soy una actriz.

Así son mis funciones, a mi público le regalo lo que me da. Más que venganza es justicia teatral. Hace mucho tiempo que un maldito me presento a la muerte y lo mismo hice contigo. Ella me susurro al oído y así como con los demás, rompí sin que notaras, la única barrera que te protegía de mí. Ahora yo cierro el telón mientras me divierte tu fin…te volviste el protagonista, y nadie aplaude.

Escrito por:
Rosaura Rojas Díaz
12/02/2010