miércoles, 8 de julio de 2009

...Cien lunas de labios secos...

...Ni una palabra, ni un respiro, ni un pensamiento...el rostro inerte de ella pareció pederse en el vacio contemplando el pasado y sintiéndose un recuerdo, nada vivo se reflejaba en sus ojos. Soñaba, que soñaba despierta durante cien noches de luna llena...veía pasar el tiempo incluso vió envejecer una estrella y ella seguía con su mirada perdida rogándole a la luna unas lagrimas para su rostro, así como las flores se sacian de la tristeza del cielo, ella deseaba que la tristeza de sus labios se transformaran en lagrimas que saciaran la sequia de su corazón, un corazón que cambiaron por un vacio...ese vacio que ahora contemplaba. Y deseaba que esa sombra que abandono a sus labios se posara en ellos e hiciera inmortal ese momento pues ninguna otra alma se acerco a curar sus labios. Soñaba que nada era real, pero incluso en esa realidad imaginaria, la soledad seguía siendo la única sombra que la acompañaba. Ningún agua calmaría su sed de ser amada, un beso seria el líquido de la vida para sus labios.
Quiso probar en otros cuerpos el fruto del olvido pero sus labios seguían secos y vaciados de afecto. De su historia no se supo mas nada pues vivió siempre en el pasado, sola, pues aquella sombra jamás volvió a su lado.

...Ni una palabra, ni un respiro, ni un pensamiento...así pasaron lunas y ella seguía soñando y pidiendo lágrimas para sus labios secos...

Dedicado a aquellos labios que nunca se olvidan y a los labios de quienes olvidamos.

20/12/07
Rosaura Rojas Diaz

1 comentario:

  1. lo dedicaría también a aquellas bocas a las cuales nos a quedado por besar y esas que esperamos no se nos pase la oportunidad

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